Del jardí bell de València
és Ayelo ermosa flor
que escampa, arreu, les fragàncies
que despedeix lo seu cor
Miguel Ferrándiz . "Himne a Ayelo"


jueves, 4 de noviembre de 2010

Aportación a la Hª de Ayelo de Malferit. Cap I

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"Pero todos los ayelenses, tanto los aquí nombrados como los no nombrados, los llevo en mi corazón, pues todos, desde el más modesto al más importante, contribuyeron a hacer el pueblo imaginativo, progresivo y trabajador, que es hoy Ayelo de Malferit". Mª Ángeles Belda Soler. Foto: Arxiu Fotogràfic Biblioteca Degà Ortiz


A MODO DE PRÓLOGO

Cuando me propuse escribir algo sobre la historia de Ayelo de Malferit, mi villa natal, me dirigí, ante todo, al Ayuntamiento, confiando que algo o mucho encontraríamos allí en su archivo. Pero mi decepción fue grande al saber, según "vox populi", que los papeles antiguos habían desaparecido en 1936.

Quedaba, sin embargo, algo de lo más moderno, especialmente lo relativo a la Beneficencia, que afortunadamente pude aprovechar.

No descuidé, como puede suponerse, acudir al archivo parroquial del pueblo, donde existen documentos interesantísimos —que utilicé—, aunque relativamente modernos. Y, sobre todo, al Archivo Histórico del Reino de Valencia, donde encontramos, si no todo lo que hubiéramos deseado, lo más interesante, como la "Carta-Puebla" de repoblación de 1611, que nos da a conocer la condición jurídico-social y economía de nuestros antepasados, desde la fecha indicada hasta el final del antiguo régimen.

Otros aspectos, como la formación urbanística del pueblo, su demografía, su evolución económica y administrativa, los movimientos sociales y políticos que le afectaron, etc.; por fuerza han de resultar incompletos, no sólo por lo dicho —falta de documentación—, sino, quizá, por falta de suerte o habilidad en hallarla. Y sobre todo, por la falta de tiempo, que a mí se me acaba. He recurrido a veces a la tradición local y a los recuerdos personales, míos y de algunos entrañables amigos ayelenses que me facilitaron interesantes detalles sobre la vida local, y a los que desde aquí les expreso mi cálido agradecimiento, pues también los recuerdos y la tradición son Historia. Asimismo, mi agradecimiento a la directora del Archivo del Reino de Valencia, señorita Amparo Pérez, y a todo su equipo, que tanto me ayudaron en mis búsquedas por aquella "casa".

Nos detenemos en el año 1925, fecha de la inauguración de las hoy viejas escuelas, las tituladas de San José de Calasanz. De este modo delego en mis jóvenes paisanos, los ayelenses estudiantes de hoy —que alguno tal vez saldrá con vocación de historiador— a continuar y completar esta APORTACION A LA HISTORIA DE AYELO DE MALFERIT (que por eso es sólo una aportación), a enmendar sus errores y yerros —que posiblemente los habrá—, ya que toda obra humana los tiene, pues sólo Dios es el que no yerra nunca.

Hubiera querido dedicar unas páginas de este opúsculo a recordar, con nombres y apellidos, a los ayelenses más destacados en todos los órdenes, tanto a los nacidos en Ayelo como los integrados en él, pero desistí de hacerlo por temor a incurrir en omisiones involuntarias.

Pero todos los ayelenses, tanto los aquí nombrados como los no nombrados, los llevo en mi corazón, pues todos, desde el más modesto al más importante, contribuyeron a hacer el pueblo imaginativo, progresivo y trabajador, que es hoy Ayelo de Malferit.

Mª Ángeles Belda Soler. Ayelo de Malferit, abril de 1982.


Ayelo de Malferit en 1986. Vista del Palacio y los bancales de la Criavella (la antigua Alqueria Vella) desde el campanario. Foto: Arxiu Fotogràfic Biblioteca Degà Ortiz


Capítulo 1º

EL HABITAT

Ayelo, hoy de Malferit, es en la actualidad una villa del reino y provincia de Valencia, de 3.600 habitantes, situada en el rincón occidental del Valle de Albaida. Rodeado al Oeste por las estribaciones de Sierra Grossa, queda al Este abierta al mar, del cual dista 40 kilómetros, aproximadamente.

Dista 6 kilómetros de Onteniente y 86 de la capital.

Su término lo limitan los términos siguientes: Noroeste, Montesa; al Sur, Onteniente; al Este, Ollería y Albaida, y al Oeste, Vallada. El término de Ayelo mide 1.510 hectáreas, 28 áreas. Su regadío, alrededor de 1.800 hanegadas. A 7 kilómetros del pueblo está el vértice geodésico del pico Egea , a 720 m. de altitud, siendo su longitud E. 3°, 3', 1.7" y su latitud, 38°, 53', 14'' (1).

De Sur a Norte la atraviesa un subafluente del Júcar, el río Clariano, que se une al Albaida en Montaverner. Este pequeño río, muy aprovechado hoy industrial y agrícolamente, ha sido el motivo de que, siendo Ayelo a la llegada del Conquistador una alquería como Cayrent y Pursons, por citar las que hoy están incluidas en el término de Ayelo como partidas del mismo, se poblara hasta convertirse en la villa que es hoy. Contribuye también a ello la bondad de las tierras que la rodean y que al decir del naturalista Cavanilles, que las visitó a finales del siglo XVIII: "Pocas tierras hay en el Reino superiores a éstas en fertilidad y cultivo" (2).


"Pocas tierras hay en el Reino superiores a éstas en fertilidad y cultivo".El botánico Cavanilles pasó por Ayelo de Malferit a finales del s.XVIII y así lo dejó escrito en su libro: Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reino de Valencia, 1795. Foto: Google Imágenes.


Tierras que estuvieron pobladas posiblemente desde el Eneolítico. Arqueológicamente se puede asegurar que las habitaron los iberos, de cuyos poblados quedan restos de muros, según el Servicio de Prehistoria de la provincia, en la próxima Serratella, a más de que en muchos lugares del término se han encontrado trozos abundantes de cerámica ibérica.

Durante la dominación romana posiblemente estas tierras del Valle de Albaida siguieron ocupadas por los descendientes de aquellos cultivadores del suelo, y con seguridad por los mismos iberos romanizados, y más tarde, islamizados, hasta ser conquistados por Jaime I el Conquistador en el siglo XIII.


CUANDO COMIENZA LA HISTORIA DE AYELO


La historia de Ayelo (hoy de Malferit), comienza cuando su nombre aparece por primera vez en un documento cristiano importantísimo.

El Llibre del Repartiment, especie de registro real donde D. Jaime ordenaba fijar las donaciones de tierras, casas, bosques, concedidas a los que le habían ayudado en la conquista del Reino (escrito en latín hoy en el Archivo de la Corona de Aragón, en Barcelona) (3).

Pero antes de llegar este momento recordemos cuándo y cómo las tierras situadas al sur del Júcar, y por ende las tierras de Ayelo, pasaron a integrarse en el Reino de Valencia.

Sabido es que la capital, Valencia, se rindió a D. Jaime en septiembre de 1238, después de las negociaciones con Zayan, último rey moro de Valencia; negociaciones que incluían una tregua entre ambos que el Conquistador aprovechó para marchar a Montpellier, donde le reclamaban otros asuntos. A su regreso, en 1239, tomaba Liria, Onda, y por pacto, los castillos y poblaciones musulmanas de la sierra de Eslida.

Terminada la tregua con Zayan, D. Jaime negoció con los de Alcira, que se entregaron en 1243, e inmediatamente fue hacia el Sur, poniendo sitio a Játiva. Aquí es donde surgieron las desavenencias con su yerno el infante Alfonso de Castilla, más tarde Alfonso X el Sabio, el cual, alegando tratados anteriores (los de Tudilén y Cazorla), se creía con derechos a Játiva, Enguera y Mogente, teniendo D. Jaime que avenirse a negociar con los castellanos, negociaciones que condujeron al tratado de Almizra, de 26 de marzo de 1246 (firmado en Alzmizra, hoy Campo de Mirra, a 5 kilómetros de Villena), que delimitaba la frontera entre Castilla y Aragón, quedando para D. Jaime, Biar, Relleu, Jijona, Finestrat, Villajoyosa, Polop, etc., y para Alfonso, Almansa, Jarafuel, hasta el río Cabrivol (estas fronteras no se modificaron hasta el Tratado de Paz de Campillo, de 1304, entre Jaime II de Aragón y Fernando IV de Castilla, que ampliaron el Reino con la zona de Alicante, Orihuela, Elche y Guardamar. La incorporación de los distritos de Villena fue en 1833, y los de Requena-Utiel, en 1851).

Así pues, desde el Tratado de Almizra, Ayelo queda integrado "de jure" en el recién nacido Reino cristiano de Valencia. Pero la historia de Ayelo no comenzó hasta dos años después, como vamos a ver.


Panel cerámico representando la firma del Tratado de Almizra (1246). Está colocado en el Castillo de Campo de Mirra (Alicante), lugar donde fue firmado por D. Jaime I y Alfonso X "el Sabio" para delimitar las fronteras entre el reino de Aragón y el de Castilla. En palabras de MªA. Belda: "Ayelo quedaba integrado de jure en el recién nacido Reino cristiano de Valencia". Foto: Google Imágenes

Según el uso y práctica de la época, el rey era el dueño de las tierras conquistadas a los infieles con disponibilidad absoluta; las podía donar, vender, etc. De acuerdo con este principio, en 1248, D. Jaime concedió a:

"P. et A. Vacher: XVI jovadas de tierras de las alquerías llamadas Cayren, Pursonex, Ayello, Zíhueva, Hafif, en la Vall de Albaida (vid. núm. 758 del tomo II del Llibre del Repartiment, edición Cabanes), y a R. de Galach, VIII jovadas de tierras en las mismas alquerías" (vid. núm. 721, del mismo tomo, Llibre... y edición). (4)

Donaciones consignadas en el citado Llibre del Repartiment. En estas donaciones, como vemos, aparece citada la alquería de Ayelo, y por tanto, en este año 1248, nuestro pueblo inicia su historia.

Hemos de añadir que para que estas donaciones hechas por el rey quedaran efectivas se requería cumplir, por parte de los receptores de la donación, las siguientes condiciones:

a) Residir en el lugar donado.
b) No vender lo recibido de por vida o después de cierto tiempo.
c) Contribuir a la defensa del Reino en caso necesario.

A más de las condiciones que el rey pudiera imponer a los donatarios en casos especiales.

Por motivos y circunstancias diversas, muchos agraciados con donaciones las perdieron para regresar a sus tierras de origen, en cuyo caso revertían al rey.

Posiblemente, tanto los Vacher como los Gallach (estos últimos, al parecer, de Játiva, donde habían recibido otros donos) en fecha incierta abandonaron las alquerías de Ayello, Pursonex y Cayrent porque sus nombres no los hemos encontrado vinculados a Ayelo en posteriores documentos.


Llibre del Repartiment, donde Jaime I hacia constar las donaciones a los caballeros que participaron en la conquista del Reino de Valencia. En él figura la alquería de "Ayello" (junto con Cayren, Pursonex, Zíhueva y Hafif) con varias jovadas de tierra otorgadas a P. et A.Vacher y a R. de Gallach. Era el año 1248. Foto: Google Imágenes


EL NOMBRE DE AYELO


La alquería de Ayelo, que con este nombre y grafía aparece, como hemos dicho, en el citado Llibre del Repartiment, al ser habitado al momento de su conquista por una población musulmana, podría pensarse que su nombre es de origen árabe, pero, según autorizados lingüistas, es mucho más antiguo. Así Bofarull lo considera prerromano (5). Y digamos, para conocimiento de los que modifican a su gusto su grafía, que tantas veces como su nombre aparece en el citado Llibre..., como en los documentos del Archivo del Reino de Valencia, tanto medievales como modernos, Ayelo siempre aparece escrito con "y" griega. Es un nombre intraducible. La única modificación moderna, llevada a cabo desde el siglo XIV, es haber suprimido una de las eles y así se ve escrito Ayelo, en vez de Ayello.


DE "ALQUERIA DE AYELO" A "LLOCH DE AYELO"

Todos sabemos lo que es una alquería: agrupación rural de cultivadores del suelo cuyas familias, en número escaso (tres, cuatro o seis más o menos), habitan cada una en sus respectivas casas.

Todos conocemos la casa de campo de Pursons, calificada como alquería (como Ayelo) en el tan citado Llibre del Repartiment; y los más viejos del pueblo recuerdan que las tres casas hoy juntas y del mismo propietario pertenecían a tres familias distintas. También todos conocen la finca de Cayrent, con dos casas de labor y calificada asimismo en el tan citado Llibre... como alquería. Una y otra finca perdieron con el tiempo su calificativo, sin sustituirlo por otro. Pero Ayelo pronto aparece en los documentos antiguos con el nombre de lloch o loch. Así se llamará lloch de Ayelo o loch de Ayelo. Pero su nombre histórico de Ayelo, repetimos, permanecerá invariable. Más tarde, ya en el siglo xix, aparece alguna vez Ayelo con el calificativo de "baronía" en documentos procedentes de la Bailía de Onteniente.

No hemos encontrado documento alguno que nos diga la fecha en la que Ayelo fue eregida en villa. Pero en un libro de "Encabesos de los derechos dominicales", que obra en nuestro Ayuntamiento, y que es de 1832, se le califica de villa. (Sección del Juzgado de Paz.).


AYELO, LUGAR DE SEÑORIO


En la Edad Media, como sabemos, Europa se halla organizada social y económicamente en función a la tierra porque la sociedad de entonces reposaba sobre una economía predominantemente agrícola. En lo que los autores llaman feudalismo.

El régimen feudal supone una relación específica entre dos clases sociales: señores y vasallos. Los señores feudales son los propietarios de la tierra que en épocas más o menos lejanas defendieron con sus armas. Los vasallos trabajan esta tierra en determinadas condiciones establecidas entre ambos, unas relaciones muy complejas sobre los productos de la tierra, costumbres, justicia, etc., relaciones que constituyen lo que se llama régimen señorial.

Los pobladores de Ayelo, pocos o muchos, desde la llegada de D. Jaime el Conquistador, estuvieron siempre sometidos a un régimen de vasallaje desde que D. Jaime entregó sus tierras a los Vacher y a los Gallach.

Tenemos la fecha exacta de cuando los señores de Malferit se posesionaron de Ayelo, como señores del mismo, por un privilegio debido a Alfonso V el Magnánimo, fechado en Nápoles, en el castillo de Tertebaruli, el día 28 de marzo de 1445, a favor de Jaime de Malferit, milite (caballero) lugarteniente del gobernador del Reino de Valencia, de más allá del Júcar(6). (Lo transcribimos al final del capítulo).

El documento otorga: "... para vos Jaime de Malferit y para vuestros sucesores, toda la jurisdicción Civil y Criminal, alta y baja, el mero y mixto imperio y su ejercicio en vuestro lugar de Ayelo. Ubicado en el Reyno de Valencia y que limita con las villas de Albaida, Onteniente y Montesa."


Retrato de Alfonso V "el Magnánimo", por Juan de Juanes. Museo de Zaragoza. En un documento del año 1445 este rey concedió a Jaime de Malferit y sus sucesores "la jurisdicción Civil y Criminal, alta y baja, y el mero y mixto imperio y su ejercicio en vuestro lugar de Ayelo". Foto: Google Imágenes


Hasta aquí el señorío de derecho o "de jure" de los Malferit, pero el señorío de hecho o "de facto" sustentado por los mismos debió ser muy anterior.

Los reyes de Aragón, a partir de Jaime I, y con motivo de las empresas de Mallorca y Valencia, se vieron obligados a ser generosos con sus vasallos, bien bajo presiones de índole política, bien para recompensar servicios y colaboraciones. No es extraño que por estas liberalidades el erario real se resintiera, teniendo Alfonso V, cuya política italiana requería abundantes medios financieros, que ordenar una revisión de privilegios, dádivas, honores concedidos tan generosamente por sus antepasados. Porque no todos debían estar vigentes. A esta especie de revisión obedece, al parecer, un documento interesantísimo, del año 1493 (7), en el que el baile general del Regne de Valencia, don Diego de Torres, conmina al "Magnifich en Frans de Malferit, Senyor del Loch de Ayelo, ... para que dins deu dies primers contadors del día de la intimidació o presentació del dit manament haga donat al liurat o posat en poder del dit Batle los titols o drets ab los quals date e possehix la jurisdiccíó civil y criminal, meremix imperi ... de aquell en loch dit ...".

Un notario, representando en aquella ocasión al señor de Malferit, replicó al Batle que dicho Frans de Malferit no podía ser obligado a exhibir títulos, mayormente habiendo poseído y ejercido la dicha jurisdicción "per tan temps que memoria de hommes no es en contra".

Lo que parece indicarnos que el tal señorío de los Malferit sobre el loch de Ayelo, con sus atributos de "mero y mixto imperio", era muy antiguo y que el privilegio de Alfonso V el Magnánimo no era más que una confirmación de un derecho preexistente. Así parece indicarlo también la frase contenida en dicho privilegio (de 1445), que dice: "en vuestro lugar de Ayelo".

Aunque este privilegio de Alfonso V confirma a los Malferit sólo el "mero y mixto imperio", este importaba además todos los vínculos jurídico-económicos entre señor y vasallo constitutivos del régimen señorial (del que más tarde hablaremos).

Basta añadir ahora que el "mero y mixto imperio" suponía la privatización de la justicia, que, correspondiendo sólo al rey, le concedía a alguno de sus súbditos: consistía en la facultad de juzgar a los vasallos de sus señoríos e incluso imponerles la pena de muerte.


Privilegio de Alfonso V el Magnánimo concedido a Jaime de Malferit

NOS, ALFONSO, rey de Aragón, Sicilia..., Valencia, Jerusalén, Hungría, Mallorca, Cerdeña y Córcega, Conde de Barcelona, Duque de Atenas y Neopatria, Conde de Rosellón...

Teniendo en cuenta los buenos servicios prestados a nuestra Magestad y a los gastos sufridos en ello por vos, nuestro querido JAIME DE MALFERIT, milite (caballero), lugarteniente de Gobernador del Reino de Valencia de más allá del Júcar, y por nuestro querido camarero FRANCISCO DE MALFERIT, vuestro hijo, que desde hace mucho tiempo participó en la empresa de este Reino de Sicilia de una manera magnífica y que en el presente sigue prestando y espero que también en el futuro.

Por el tenor de la presente os otorgamos del mejor modo posible, para vos, JAIME DE MALFERIT, y para vuestros sucesores, toda la jurisdicción Civil y Criminal, alta y baja, y el mero y mixto imperio y su ejercicio en vuestro lugar de Ayelo y en todas sus tierras, tenencias y pertenencias ubicado en el Reino de Valencia, y que limita con las villas de Albaida, Onteniente y Montesa.

Por tanto, vos, el dicho JAIME, y vuestros sucesores y herederos en AYELO... podais ejercer dicha jurisdicción sobre vuestros vasallos o súbditos y habitantes del dicho lugar y también sobre los extraños que allí acudan y que cometan alguna falta, y todas cuantas veces creáis sea necesario por vos o por vuestro oficial, tanto sobre los hombres, como sobre las mujeres, como sobre los cristianos, sarracenos o judíos, vasallos o súbditos vuestros o extraños que acudan allí y podáis arrestar a tales personas, encarcelarlas, procesarlas, castigarlas, poniéndolas en pértiga, exiliándolas, amputando o mutilando sus miembros y finalmente incluso aplicándoles el suplicio de la muerte, tanto la natural como la civil, confiscando sus bienes y ejerciendo todas las demás acciones propias de los señores que tienen el ejercicio de la plena jurisdicción civil y criminal y el poder de la espada.

Y mandamos a todos nuestros oficiales bajo pena de incurrir en nuestra ira y en la multa de 5.000 florines oro que hagan observar este privilegio que concedemos a JAIME DE MALFERIT, sobre el lugar de AYELO y a sus sucesores y que lo hagan observar a los demás.

En testimonio de lo cual mandamos expedir esta carta, provista de nuestro sello pendiente común.

Dado en nuestro castillo de TERTEBARULI (?) el día 28 de marzo de 1445.
(Traducido del latín).


Notas:

(1) CARRERAS CANDI: Geografía General del Reino de Valencia, tomo II, de Carlos Sarthou, p. 504.
(2) CAVANILLES, A. J.: Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reino de Valencia, 1795.
(3) CAVANES PECOURT y FERRER NAVARRO: Llibre del Repartiment del Reino de Valencia, Zaragoza, 1979.
(4) "La jovada valenciana". Vid. Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, año 1959, pp. 156-66. Jovada valenciana es la tierra que se puede labrar en un día con una pareja de bueyes y equivale a unas doce hanegadas.
(5) CABANES PECOURT y otros: Documentos y datos para un estudio toponímico de la Región Valenciana, Valencia, 1981, p. 239.
(6) A. R. V.: Sección del Real, signatura núm. 496, folios 371 al 377.
(7) A. R. V.: Sección del Real, signatura núm. 496, folios 369-370.

4 comentarios:

  1. Em sembla una excel·lent iniciativa el tornar a reeditar aquest llibre, que en el meu cas coneixia per referències però que no havia llegit.Espere amb impaciència les próximes entregues.
    Felicite a Calabuig per la seua introducció al llibre i a la biografia de la autora, encara que el titol no em quadra, perquè en este blog està publicada una història d'Aielo de Miguel Ferrandiz que és del'any 1953.Encara que curta i amb errors este seria el primer intent d'història d'Aielo.

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  2. Mª Angeles era una persona sàvia, amb una gran experiència i moltes vivències que encara s’ha de transmetre. Per això, cal que continueu explicant coses de la seua vida fins que algú s’anime a escriure la seua biografià.
    Pense que el poble d’Aielo esta en deute amb aquesta dona, ningú li ha reconegut la seua labor, com per eixemple, aconseguir la Biblioteca per Aielo…
    Teníem al nostre poble una dona feminista, viatgera, treballadora, estudiosa i cronista d’Aielo i que fem per ella?, i la nostre gratitud?, el nostre homenatge?, el nostre reconeixement?

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  3. Es podria fer una cosa... intentar reeditar el llibre de nou, però completant els nous "descobriments" que s'han realitzat des que va ser editat aquest llibre.

    Es cas, es , tindria que retre's homenatge a la gent com Mª Angeles i Miguel Ferrandiz, que van intentar començar a escriure una historia, que per a molts, almenys a mi, encara està incompleta. Per aixo estaria be, que el prefaci o proleg es dedicara a esta gent, inclus a la gent que ha treballat per retrobar l'historia del poble, arrán de la publicació del llibre de Maria Angeles.

    No hi ha que pensar en fer un llibre del teu poble, i donar el teu nom per "prestigi", hi ha que posar en aqueix llibre, AUTOR ; LA GENT DEL POBLE.

    Es lo millor.

    Gracies
    Un jove historiador...

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  4. Després d'agrair els tres comentaris anteriors li contestaria al primer anònim que, efectivament, M.Ferrándiz va escriure "Ayelo en la antigüedad" el 1953, però no es va publicar a cap lloc i va restar inèdita fins l'any 2002, quan va aparèixer al Llibre de Festes amb la introducció de E. Casanova. Per això es diu que M.A. Belda va ser la primera que la va contar.
    Estic totalment d'acord amb el segon comentari. La dona que va fer possible que el nostre poble tinguera una de les primeres biblioteques de la comarca, la cronista del poble que va deixar escrita la nostra història, esta dona sàvia i cosmopolita no ha tingut el reconeixement que es mereix i el poble d'Aielo està en deute amb ella.
    Per part d'este blog hem començat la "reedició virtual" del seu llibre. És el nostre homenatge i també la nostra obligació si el que volem es divulgar la Història d'Aielo de Malferit.

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